ya sólo me queda la vergüenza
de haber sido y de ser nada,
de mis manos sin callos ni heridas,
de mi ojos sin luciérnagas ni sangre.
me desprecio en un atardecer de acantilados
a los que no les importa el mar
que los levanta
y los asesina
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1 comentario:
Como lo había escrito al comienzo de mi post de hoy... este post tuyo está apenas para mi día... Hoy me detesto
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