miércoles, 19 de septiembre de 2007

Bajo la lluvia, el amor

Naguib Mahfuz (1911-2006): Amor bajo la lluvia (al-Hubb tahl al-matar, 1973)

Una guerra tiene muchos frentes. De esta guerra que relata Mahfuz, todos resultan heridos, culpables e inocentes, porque el sólo hecho de existir condena. La guerra de los soldados en el frente no hace sino matizar la guerra de todos los días, la guerra del dolor, de esa trémula insidia que es el honor, de la mutilación física y moral, de esa condensación absoluta de todo lo anterior que es el amor. A ese amor en la ciudad llega del frente la lluvia, una lluvia que ha recogido la sangre y el sudor y el miedo de los soldados, una lluvia que no basta para lavar las inmundicias inocentes y que con las aguas podridas va a dar a las alcantarillas.
Las historias del libro repiten el tema eterno de la búsqueda angustiosa del amor como redención y dejan el sabor angustioso y triste de su inutilidad. La vida ocurre y ese frágil desorden hormonal cae bajo el peso de nuestra bajeza irredimible. Uno de los personajes se mueve cínico entre tantos horrores: sabe que el amor no es sino una fachada, una sublimación de la condena reproductiva de nuestra especie, y como tal lo acata y a él se entrega con despreocupada lujuria. El amor es otro bien por el que se paga, un objeto de transacciones que este personaje prefiere directas y no exentas de ternura. Pero el cinismo, y menos aún la ternura, tampoco salvan.
Termina el libro y la lluvia no para. Ni el amor. Vivo, apestando a muerte, a locura, a puta y a santa.