domingo, 30 de mayo de 2004

alucino dormido

alucino dormido
el triste rigor de tus parábolas:
soy el jaguar
y la tierra que no esconde el cadáver,
soy el árbol que arde de pájaros,
soy el rastro de sal de un mar antiguo...

con el corazón disperso en la noche
despierto a la pútrida oscuridad...

has huído

No hay comentarios.: