domingo, 20 de junio de 2004

no queda nada

ni tiempo ni vacío.
da lo mismo:
un mar de peces muertos,
mis ojos sin párpados,
todas las sombras que convergen,
una libélula que hiere,
decir tu nombre en el frío.
da lo mismo:
ahora callas. repito tu voz sin palabras
y despacio

despacio

me amortajas.

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