jueves, 4 de noviembre de 2004

arrastrarse

dos·

incluso quienes envejecemos despacio compartimos la misma angustia de decaer.
esperamos mientras el rostro traiciona los años.
pero los huesos sí se cansan.
se hartan de sostenerse,
quisieran
pudrirse, dehacerse.
la carne aún parece
querer caricias
pero quiere ponerse fría, pútrida,
sentir el alivio de no encarnar ya nada.
de no ser una vejación constante
para
nada
para
nadie.

No hay comentarios.: